La presidencia del Consejo de la Unión Europea la ejerce un Estado miembro, que preside las reuniones y contribuye a garantizar la continuidad de los trabajos de la UE. Los países de la UE se reparten este trabajo de forma rotativa. La rotación comenzó en 1952, cuando la República Federal de Alemania ocupó la presidencia de septiembre a diciembre. La presidencia comenzó a rotar cada seis meses a partir de 1958.
Con la ampliación de la UE, los Estados miembros que ejercen la presidencia trabajan estrechamente en grupos de tres, llamados "tríos".
Este sistema fue introducido por el Tratado de Lisboa en 2009. El "trío" fija objetivos a largo plazo y establece un programa común para un periodo de dieciocho meses, a partir del cual cada uno de los tres países lleva a cabo su propio programa semestral.